La masonería mixta gana impulso en Paraguay
- 28 marzo, 2018
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El sábado 24 de marzo del corriente se desarrolló en el centro capitalino una asamblea de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain donde se elevó a la máxima categoría institucional que ofrece esta orden masónica a la organización establecida en Paraguay, compuesta por varones y mujeres en igualdad de condición.
El acto, denominado Encendido de Luces de la Federación Paraguaya, estuvo presidido por el recientemente electo Gran Maestro del Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, el suizo Daniel Bolens, autoridad que llegó por primera vez a tierras guaraníes. Contó con la participación de centenares de miembros nacionales, quienes vinieron de Encarnación, Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero; además, de sesenta miembros extranjeros, representantes de la misma organización establecida en toda Latinoamérica.
La Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain llegó al Paraguay en 1920 e instaló una logia pionera en la ciudad de Villarrica, según el anuario internacional de 1922 publicado por la organización internacional citado por el antiguo Gran Maestro Mac Grosjean en uno de sus libros. Debido a las dificultades políticas y sociales esa iniciativa no pudo prosperar sino hasta 2002 cuando se vuelve a instalar en Asunción la pionera Logia Estrellas del Sur, de la mano de distinguidos intelectuales y personalidades comprometidas con el desarrollo social.
Esta orden masónica está organizada por países en federaciones, jurisdicciones y logias pioneras, de acuerdo el número de miembros y logias instaladas, en cuyo seno sus miembros se reúnen en talleres de todo grado bajo el juramento de la Constitución Internacional de la organización, habiendo recibido la Carta Constitutiva del Supremo Consejo de la Orden.
Actualmente la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain, establecida hacia finales del siglo XIX en París, Francia por George Martin y Maria Deraismes, está presente en más de setenta países en los cinco continentes, con cerca de cincuenta mil miembros. Como una corriente liberal de la masonería es una institución iniciática, filosófica, filantrópica que aspira a que varones y mujeres puedan lograr, en plano de igualdad, la justicia social en toda la tierra en una humanidad fraternalmente organizada.
La organización tiene por finalidad el progreso y el perfeccionamiento de la humanidad trabajando en la búsqueda de la verdad, sin distinción por razones sociales, étnicas, filosóficas, religiosas, o de nacionalidades. Para encaminarse a este fin, la organización utiliza un método ritual y simbólico sin profesar ningún dogma y rechazando todo dogmatismo.
Finalmente, la importancia del evento para la sociedad paraguaya radica en la posibilidad de contar, luego de 98 años, con el máximo espacio de desarrollo institucional que ofrece esta corriente masónica, que le asegura fuerte respaldo internacional, seriedad en su labor y compromiso social.